Una vez limpios los besugos de escamas y entrañas, se salan y se les hacen un par de cortes transversales.
Se cubre con aceite de oliva una fuente de horno y, puesta al fuego, se dora la cebolla cortada en juliana.
Se colocan los besugos en la fuente rociándolos con 1 vaso de Ribeiro blanco.
En cada uno de los cortes realizados previamente se introducen unos taquitos de mantequilla, se espolvorean con pan rallado y se colocan sobre ellos unos taquitos más de mantequilla.
En cada corte puede introducirse una rodaja de limón.
Se hornean durante 45 minutos aproximadamente (dependiendo del tamaña 160º-180º.