Su nombre científico es Octopus vulgaris. Lo de Octopus se refiere a que tiene ocho brazos alrededor de la boca. Todos estos brazos, grises como el cuerpo o con manchas pardas son, en conjunto, más largos que su cuerpo globuloso.

El pulpo no tiene concha, y su longitud llega a rebasar el metro y medio (incluyendo los brazos). Su peso, según el tamaño, puede llegar a los quince kilos, aunque los más sabrosos rebasan poco la mitad de ese peso.

Hay otros pulpos parecidos a estos, como el salutti o el cabezón.

La reprocucción de los pulpos se hace en el invierno, cuando se acercan al litoral pegándose a las rocas. En estas rocas, las hembras fecundadas depositan y fijan los huevos, de los que nacen pulpos como han de ser de adultos (pero más pequeños) cuando lleguen al año.

El pulpo se alimenta por las noches de bivalvos (en grandes cantidades), pequeños peces, etc. que arrastran a sus grutas. Durante el día se esconde en ellas, protegiéndose con el resto de las presas.