Se prepara una bechamel con 2 cucharadas de mantequilla, 2 de harina, 2 vasos de leche y nuez moscada. Se reserva.

Después se cortan los calabacines por la mitad, a lo largo, retirándoles la pulpa, que se sofríe con la cebolla picada.

Una vez listas las verduras se les añade el atún desmigado y unas cucharadas de la bechamel, y con esta preparación se rellenan los calabacines.

Se cubre con el resto de la bechamel, poniendo encima queso rallado y dados de mantequilla para gratinarlos a 250 º durante cinco minutos.