Casa Marcelo
A pesar de ser vecina de Casa Marcelo desde que abrió sus puertas nunca antes había entrado hasta ahora, después de su renovación. Fuimos a picar algo y lo dejamos a elección de Marcelo.
Para beber un ribeiro excelente.
Para comer:
Unos puerros en escabeche, pero un escabeche suave, no demasiado fuerte, y con un punto de picante; a mí me pareció suave porque yo soy un poco bestia con el vinagre.
Patatas puerro. Lo que más me gustó, sin duda, pero es que yo soy muy patateira. Iban acompañadas de unas lascas de jamón. Riquísimas.
Por último, una especie de empanadillas de conejo, no capté muy bien el nombre. Eran como unos saquitos de una pasta muy fina y blanda, rellenos con un picadillo de conejo y coronadas por espinacas. Estaban tan buenas que hasta me gustaron las espinacas.
Por supuesto, todo acompañado con el pan de la casa (se ve en la última foto), calentito y muy rico.
Mereció la pena, y pienso volver.