Miel de Galicia (I.G.P.)

Se define como miel la sustancia viscosa, amarillenta y muy dulce (aparte de poseer otras propiedades extraordinarias e, incluso, medicinales) que producen las abejas, transformando en su estómago el néctar que extraen de las flores, y devolviéndolo por la boca para llenar con él las celdas, formando panales, para que sirva de alimento a sus crías.

Estas celdas están formadas de cera que es una sustancia sólida, blanda, amarillenta que segregan las abejas. La cera se utiliza especialmente para hacer velas y no es producción exclusiva de las abejas.

En Galicia se encuentran colmenas desde el nivel del mar hasta los mil metros, lo que supone que, de no homogeneizarla industrialmente, se encuentren unas variadísimas clases artesanales de miel, tanto mejores cuanto menos expuestas estén a temperaturas altas, que no son frecuentes en Galicia.

Nuestra miel es exquisitamente dulce y nunca le falta el aroma a flor. Por otra parte, su color amarillo claro es más o menos intenso según el lugar en que esté situado el apiario. Como es natural, sus características dependen de las flores de las que las abejas liban el néctar. Y no hay que olvidar que aún pudiendo volar tres quilómétros, conviene que encuentren su alimento a un quilómetero o poco más, dada la pequeñez de la carga que transportan, lo que las obliga a realizar un sinnúmero de viajes.

En Galicia encuentran las abejas una gran cantidad de flores silvestres, y cultivadas no tratadas con pesticidas. También, a su gran superficie de monte cubierto de tojales, pinos, abedules, eucaliptus, robles, nogales, carquesia, retamas, debemos añadir gran cantidad de romero, lavándula, espino, tomillo, calabazas, fresas, manzanos, perales, cerezos y frutales en general, guisantes, habas, judías, lotus, maiz, nabos, mentas, tréboles, vid, zarzamoras en todos los caminos e, incluso, orquídeas enanas con las que me tropecé más de una vez.

Todo el proceso de extracción y envase, que se perfecciona constantemente, se hace con extremado cuidado y a temperatura ambiente mereciendo el título de ‘Indicación Geográfica Protegida’.

© OLAF – 10 de diciembre de 2002

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