Buey
Vamos a hablar un poco del Cancer pagurus L., una especie de cangrejo decápodo que, con los años, puede llegar a medir veinte centímetros de largo por treinta de ancho, con tres quilos o un poco más de peso: es un cangrejo “apaisado”. Su color va de rosado a pardo según la fecha de la última muda de su exoesqueleto.
Tiene un grueso caparazón ligeramente rugoso, y en el primer par de patas torácicas posee dos pinzas muy fuertes y gruesas. Los bueyes de buen tamaño viven hasta los cien metros de profundidad, pero los más pequeños se encuentran en los fondos más superficiales.
Como curiosidad les diré que los bueyes tienen el “machismo” mal entendido: en las mudas de las hembras los machos las protegen y poco después, si son adultos, las fertilizan; y las hembras, en las mudas de los machos, los persiguen para devorarlos. Ya ven ustedes como andan las cosas entre estos decápodos.
Su carne non llega a la categoría de la de centolla pero es buena y apreciada. En un salpicón una y otro casi son lo mismo, y el del buey les gustará.
© OLAF – 10 de diciembre de 2002