La oreja de mar o abalón (tiene más nombres pero estos son los más conocidos) es, en la actualidad, uno de los mariscos más apreciados. Lo hay en todas partes, en Galicia el haliotis tuberculata, pero la variedad más apreciada es la japonesa, el haliotis discus hannai. Esta variedad es la que se cultiva en la ría de Muros-Noia en una granja de GMA (Galician Marine Aquaculture) y es la que utilizamos en esta receta.
Es un marisco con una carne dura y correosa similar a la del pulpo, por ello antes de cocinarlo hay que romper las fibras para que resulte comestible. Se puede utilizar para shashimi, o hacer con cocciones cortas, o cocciones lentas a baja temperatura.
En esta receta, al ser la primera vez que lo preparaba y probaba, opté por lo más sencillo, una cocción al vapor. Y lo dejé al natural para averiguar a qué sabía. El resultado en cuanto a la cocción fue correcto pero en cuanto al sabor, bastante decepcionante. No me supo a nada. Pero esto es una apreciación personal, estoy segura que en otras recetas estará muy rico. Simplemente no entiendo cómo es tan apreciado un marisco que, por sí solo, no sabe a nada. Esperaba que fuese sabroso como cualquier otro de los mariscos más típicos de aquí y mucho más sabrosos sin necesidad de aditamentos.
La oreja de mar o abalón (tiene más nombres pero estos son los más conocidos) es, en la actualidad, uno de los mariscos más apreciados. Lo hay en todas partes, en Galicia el haliotis tuberculata, pero la variedad más apreciada es la japonesa, el haliotis discus hannai. Esta variedad es la que se cultiva en la ría de Muros-Noia en una granja de GMA (Galician Marine Aquaculture) y es la que utilizamos en esta receta.
Es un marisco con una carne dura y correosa similar a la del pulpo, por ello antes de cocinarlo hay que romper las fibras para que resulte comestible. Se puede utilizar para shashimi, o hacer con cocciones cortas, o cocciones lentas a baja temperatura.
En esta receta, al ser la primera vez que lo preparaba y probaba, opté por lo más sencillo, una cocción al vapor. Y lo dejé al natural para averiguar a qué sabía. El resultado en cuanto a la cocción fue correcto pero en cuanto al sabor, bastante decepcionante. No me supo a nada. Pero esto es una apreciación personal, estoy segura que en otras recetas estará muy rico. Simplemente no entiendo cómo es tan apreciado un marisco que, por sí solo, no sabe a nada. Esperaba que fuese sabroso como cualquier otro de los mariscos más típicos de aquí y mucho más sabrosos sin necesidad de aditamentos.