Precalentar el horno a 190ºC
Con ayuda de una jeringa, inyectar el pollo con coñac por todas partes. Sobrará coñac.
Adobar con sal de ajo, tomillo, orégano y pimienta, sin olvidar el interior del pollo.
Untar la superficie del pollo con manteca de cerdo que aportará sabor y la grasa necesaria.
Regar con el resto del coñac.
Hornear durante 1 hora y cuarto aproximadamente.
A los 40 minutos, incorporar las frutas secas: ciruelas pasas, dátiles y orejones (se pueden introducir algunas dentro del pollo)
Tapar con papel de aluminio para que no se quemen ni el pollo ni las frutas.
Después de hornear otros 20 minutos, retirar el papel de aluminio y continuar el asado otros 15 o 20 minutos hasta que la piel esté dorada.
Si es necesario, poner el gratinador pero, en ese caso, hay que retirar las frutas para que no se quemen.
Una vez fuera del horno, retirar el pollo y, sobre el fuego, añadir un chupito de vino blanco para desglasar la fuente.
Echar los jugos en una sartén y dejar reducir para ligar la salsa.
Presentar el pollo en una fuente junto con las frutas y la salsa en una salsera.